Certificación de biomasa sostenible, certificación SBP

El aprovechamiento de biomasa para fines energéticos ofrece posibilidades significativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero debido a su inmenso potencial para reemplazar los combustibles fósiles en la producción de energía. La biomasa proporciona generalmente un efecto de mitigación al reducir el dióxido de carbono en origen, pero corre el riesgo de emitir más carbono por unidad de energía que los combustibles fósiles a menos que la biomasa se produzcan de manera sostenible.

Por este motivo, la biomasa se ha convertido en una importante alternativa como fuente de energía renovable y adecuada para luchar contra el cambio climático, como lo reconoce la Directiva europea 2018/2001, conocida como REDII, pero debe cumplir unos criterios de sostenibilidad y reducción de las emisiones que van en línea con las preocupaciones de la UE sobre los impactos que la transición energética pueda tener en nuestro medio ambiente.

Para dar respuesta a estos criterios existen esquemas de certificación que permiten demostrar su cumplimiento, y específicamente para el sector forestal podemos destacar dos esquemas que en el medio plazo se prevé que se conviertan en los principales referentes en función del tipo de materia prima que se utilice.

Así, para una fuente de suministro diversa que incluye tanto material forestal como agrícola o residuos, existe el esquema SURE, que resulta muy completo, práctico y flexible, y claramente enfocado en el cumplimiento de la Directiva.

En cambio, cuando el suministro tiene un origen fundamentalmente forestal, desde Ineva recomendamos la certificación SBP por ser el referente europeo y que lleva un recorrido que le permite contrastar su validez.

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